Ayudas sociales para pagar la luz y el agua, becas de guardería para
familias necesitadas, formación para jóvenes que empiezan su carrera
musical… Informaciones que se convierten en virales y se reproducen una y
otra vez en las 25 pantallas LED que el Ayuntamiento de Cádiz (PP)
instaló como un avance tecnológico en la transmisión de información.
Servicios, eventos, farmacias de guardia y el tiempo completan el grueso
de datos que el ciudadano y el visitante podrán leer para comprobar que
gracias al Ayuntamiento, Cádiz es la ciudad que funciona, el nuevo
eslogan que acuñó la administración local para sustituir al antiguo Con el Ayuntamiento de Cádiz, sí.
La crisis no ha sido óbice, según cuentan las pantallas, para construir
en la ciudad el parque de Astilleros, 12.000 plazas de aparcamiento o
hacer viviendas de protección, proyectos que, por un lado, se alargan en
el tiempo y que, por otro, si han tenido financiación o colaboración de
la Junta de Andalucía, se desconoce por qué no se habla de ello.
En el grupo de noticias locales y provinciales, el Ayuntamiento de
Cádiz destaca que la obra del segundo puente recibe más mano de obra y
que la empresa trabaja a tres turnos, a pesar del retraso que acumula la
obra; que se reanudan los trabajos en el Castillo de San Sebastián,
aunque nada se dice del gran proyecto de recuperación que había para
esta infraestructura y en el que estuvieron implicadas más
administraciones; o que el Gobierno municipal del PP ha bajado el
alquiler a la mitad a los viveros de empresas para fomentar el
autoempleo.
También hay noticias de la política del Gobierno de la nación. Uno va
paseando por Cádiz o conduciendo y verá que se han reanudado las obras
en el Canal de Panamá, ha bajado el paro a niveles de 2007, aunque sube
en cinco comunidades autónomas con Andalucía a la cabeza; se han
incrementado por primera vez desde 2008, los datos de contratación, que
Cádiz ocupa el puesto 24 a nivel nacional en el coste del IBI frente a
los ayuntamientos socialistas de Lleida y Tarragona, o que el Gobierno
del PP ha encargado un barco a Navantia. Contenidos que
completan con visualizaciones de poemas de Acción Poética Urbana y
publicidad: la privada que iba a pagar el coste de esta instalación y
que se ha reducido a lo mínimo.
Todo un discurso positivista y restringido que es calificado de
“autobombo”, “lavado de cerebro” y “propaganda nazi” por la oposición y
grupos sociales. Y aunque los mensajes van cayendo como granos de arena
formando un enorme desierto propagandístico, la percepción generalizada
del ciudadano es que las pantallas ya forman parte del paisaje de la
ciudad, como las palmeras, los alcornoques o las señales de tráfico.
Pero, entonces, ¿para qué? y sobre todo, ¿cuánto han costado?
UNA ADJUDICACIÓN “OSCURA”
La asamblea del 15M en Cádiz llevó sus dudas mucho
más lejos hasta llegar a la raíz del problema del coste: la adjudicación
de las pantallas LED. Vienen sosteniendo desde hace años que el proceso
fue todo menos “claro”, hasta el punto que el Ayuntamiento de Cádiz ha
tenido que dar explicaciones sobre el mismo y admitir un error en los
nombres de las empresas para explicar lo que la asamblea gaditana
denunció. Y aseguran además que el Ayuntamiento sacó a licitación el
concurso bajo unas condiciones y actuó después de otra, para concederle
el servicio a una empresa. Investigaciones todas sacadas de documentos
oficiales publicados porque nunca, ni ellos ni la oposición, han tenido
acceso a más información.
Pero vayamos por partes. El 25 de noviembre de 2009, la Sociedad
Municipal de Nuevas Tecnologías Cádiz Conecta publica en el diario
oficial de la comunidad europea el pliego de condiciones administrativas
que han de regir, junto con el pliego de prescripciones técnicas, la
contratación mediante procedimiento abierto del contrato de suministro
de pantallas digitales (LED/LCD) por la sociedad pública municipal Cádiz
Conecta, así como la utilización conjunta por dicha sociedad y el
adjudicatario del suministro. Se trata de un anuncio para el suministro y
explotación –tiene que prestar ambos servicios– de hasta 44 pantallas
LED (siete grandes, seis medianas y 31 pequeñas) en Cádiz por el que
deberá abonar un canon de explotación a la empresa municipal de más de
tres millones de euros. Canon que hasta el momento sería de un 1,5
millones de euros porque se ha instalado la mitad.
El 30 de diciembre se constituye la mesa de contratación y desde el
principio sólo se presenta una empresa: Odeco Electrónica SA. Pasaron
los meses, se convocó de nuevo la mesa para la apertura de sobres y el
17 de marzo de 2010 se acuerda elevar al Consejo de Administración de la
sociedad pública la propuesta de adjudicación a favor de Odeco
Electrónica SA. Antes, el Gobierno municipal tuvo que aprobar en el
Pleno (donde tiene mayoría) la cesión del suelo, puesto que el contrato
siempre fue un híbrido de suministro, gestión y explotación del suelo
público.
Esta adjudicación provisional del 17 de marzo a Odeco Electrónica se
hace definitiva el 12 de abril de ese 2010. Pero dos circunstancias
siembran las sospechas de la asamblea gaditana: primero, que entre la
adjudicación provisional y la definitiva, el auto de medidas cautelares
de naturaleza penal del Juzgado número tres de Palma de Mallorca del 30
de marzo señala a Odeco Electrónica en una de las piezas del caso Palma
Arena, relativa a la adjudicación de un videomarcador; y segundo, que el
contrato de las pantallas no se otorgó definitivamente a Odeco, la
única que se presentó, sino a Imago Light Motion.
Para la asamblea, aquí está el primer indicio del “oscurantismo” del proceso de adjudicación. Explican
desde el principio que Imago guarda relación con Odeco puesto que es
una marca de ésta, pero no es una empresa, y sostienen además el cambio
de nombre se debe al caso de corrupción de Mallorca. Así que
hacen carteles, asisten a los plenos, protestan en una plaza pública de
Cádiz y son desalojados e, incluso, uno de ellos, denunciado en cinco
ocasiones, multado en dos y condenado judicialmente otras dos veces, por
desobediencia leve al negarse a retirar esa cartelería relativa a las
pantallas.
Su teoría ha ganado tanto peso que, primero, abrió el camino a la
oposición –que desde el principio se posicionó en contra de las
pantallas– y, posteriormente, ha provocado que el concejal de Nuevas
Tecnologías, haya explicado que, entre una montaña de papeles con logos y
nombres, es normal que se equivocaran de nomenclatura al redactar el
documento oficial de adjudicación definitiva. Es decir, han tenido que
pasar tres años para que el Ayuntamiento de Cádiz explique que ese
cambio de nombre se debió a “un error” pero que la empresa adjudicataria
siempre ha sido Odeco Electrónica y que no hay nada “ilegal” en el
asunto.
PANTALLAS COMPRADAS
Sin embargo, no es lo más grave. Según el pliego de condiciones, la
empresa municipal no debía abonar el precio de las pantallas a la
adjudicataria hasta que ésta no hubiese instalado todas las pantallas y
estuviesen en funcionamiento; es decir, no se pagarían hasta que no se
comprobase su uso. Pero la memoria económica de Cádiz Conecta relativa a
2010 (que no se conoció hasta julio de 2011), y ahí es donde la
asamblea pone el dedo, señala que la sociedad municipal aumentó su
capital social el 30 de julio de 2010, de 60.110 a 637.470 euros y que
firmó un contrato leasing con el Banco Santander para que se le
concediera un préstamo de 1.505.100 euros para la adquisición de
pantallas LED, que pasaron al inmovilizado material de la empresa
municipal en el año 2010.
Así, si el Ayuntamiento hubiese anunciado a las empresas que
se presentaran que se les iba a adelantar el coste de las pantallas
antes de su instalación y funcionamiento, podrían haber concurrido más
firmas con otras ofertas y se hubiera abaratado este suministro.
Como plantean en la asamblea, “¿qué empresa en plena crisis de 2010 se
atreve a trabajarle a una administración pública para desembolsar ese
dinero y que luego pasen meses sin que lo hayan cobrado?”.
Las conexiones de Odeco con el Partido Popular no tardaron tampoco en aparecer,
puesto que el propio Juzgado de Mallorca señala en el caso del
videomarcador de Palma, al que concurrió Odeco y otra empresa con una
oferta idéntica y que se descubrió que era su filial, que el director de
la empresa era cuñado del Miguel Romero de la Cerda, el administrador
de Nimbus Publicidad, gestor de la campaña del PP en las anteriores
elecciones, y condenada en el caso.
Mientras tanto en Cádiz, el Gobierno municipal declaraba a la prensa
local en abril de 2011 que “no sabía nada de las pantallas”, a pesar de
que ya había solicitado al Banco Santander un préstamo para pagarlas en
el año 2010, aunque no se supo hasta julio cuando se hizo pública la
memoria de 2010. Pero los tiempos políticos siempre han sido muy
importantes y quedaba mes y medio para las elecciones municipales, por
lo que la colocación de las pantallas podría haberles ocasionado
críticas de la oposición y hasta multas por propaganda electoral con
medios públicos.
Sí se encargaron desde el Ayuntamiento de informar de que en
septiembre se iban a instalar 25 unidades por las que Cádiz Conecta
obtendría un beneficio de 3,5 millones de euros. Reconociendo los 1,5
millones que tenía que pagar el Ayuntamiento por una operación leasing
en cinco años, decía que “el canon que tendría que pagar la
concesionaria por el servicio es de dos millones de euros, además de
otros dos por servicios”. Otro ahorro que traerían las pantallas LED
serían los 100.000 euros anuales que costaban los vinilos de las vallas
tradicionales que el PP colocó por todo Cádiz “informando” decían desde
el Gobierno municipal, “publicitándose”, acusaba la oposición. Llegó
incluso a “lamentar” que el PSOE no se alegrara de este ahorro “ni de
haber eliminado las 43 vallas de papel que tanto denostaban”. De esta
manera, no sólo reconocían en esa nota de prensa que las vallas de papel
afeaban la ciudad sino que cuantificaron cuánto costaba su
mantenimiento: un millón de euros.
Por eso, lo que antes era bueno ahora ya no lo es y se buscó otro
sistema: las pantallas LED. Evitaban el impacto visual, se modernizaban
los soportes, se ahorraba en papel, se actualizaba la información vía
internet, se convertían en sí mismas en emisoras de señal gratuita de
wi-fi y “se mejoraba en la eficacia comunicativa, ya que se permitiría
la emisión de tantos mensajes como sean necesarios sin costes añadidos,
al ser estos actualizables a tiempo real de forma ilimitada”. Según el
contrato, esos mensajes supondrían un 85% de contenido privado y un 15%
municipal, lo que IU cuantificó en medio millón de spots municipales al
mes en formato de seis segundos a coste cero. La cercanía de la
celebración del Bicentenario de Las Cortes en 2012, permitía, decía el
Ayuntamiento, retransmitir los actos del 12 a tiempo real.
PUBLICIDAD DE EMPRESAS MUNICIPALES
Pero ni hubo anunciantes privados ni los hay ahora, salvo El Corte
Inglés y las publicidades que comparten con los medios de comunicación.
En las LED sólo hay hueco para anuncios de las empresas municipales,
por lo que el dinero sale de los ciudadanos. También sale de sus
bolsillos la factura de la luz de las mismas. A pesar de que el
contrato contemplaba que “la totalidad de los costes asociados a la
vida de las pantallas durante la vigencia de la concesión serán a cargo
de la empresa adjudicataria –luz, seguros, mantenimiento, limpieza–”, el
30 de noviembre de 2012 Cádiz Conecta rescata el servicio porque Odeca
quiebra. Nada se comunica a la oposición y es, a raíz de una pregunta
que presentan en un Pleno de abril de 2013, cuando el Gobierno municipal
reconoce que el último recibo de luz que se había pagado era de casi
6.500 euros, aunque llevaban pagando desde la puesta en funcionamiento
de las pantallas en febrero de 2012.
Aún hoy siguen sin conocer con exactitud cómo fue el proceso de
rescate porque no reciben información. Es la única empresa municipal
donde no está la oposición en el consejo de administración pero desde el
Ayuntamiento se asegura que podrán obtener toda la información que
precisaran. Sólo hay que pedirla, dicen.
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