A LOS EMISARIOS

Texto elaborado por Susana, Miguel, Luis y Poncio Pilatos

Cuando la oposición tienes intereses contrapuestos con lo que se demanda en la calle, se les ocurre que la mejor manera de actuar a dos bandas es mandar emisarios. Estos emisarios creen que obtienen una pequeña relevancia en una ciudad desesperada fruto de la pérdida del bienestar social.

Estos partidos, opositores en la ciudad y que tienen la llave de gobierno en nuestra autonomía, parecen que no son capaces de enfrentarse a su propio partido, sino que intentan manipular a toda un masa social que está indignada mandando estos emisarios. Mientras tanto, siguen con una tijera de recortes en todos los temas sociales.

Estos emisarios que creen que uniéndose a la oposición van a conseguir propósitos personales, son enviados hacia la masa. Esta sí que tiene una intención clara: no le gusta lo que está pasando en esta ciudad y sí tiene la convicción de cambio. Sí a un cambio social, pero global. Un cambio para todos, no sólo para unos pocos. Por este motivo nos preguntamos ¿Quién manipula a quien?

Esta oposición cree que no sabemos pensar, ni actuar por nuestra cuenta, que nos mandan información a cuenta gotas y tarde.

Vemos conveniente que los partidos de izquierda participen en movimientos como el nuestro, pero con honestidad. Acudiendo asiduamente, debatiendo aunque haya que comer algún sapo derivado de las contradicciones de gestionar el sistema, y actuando cuando el movimiento así lo decida.

Estos pierden la condición de políticos cuando no son capaces de defender los intereses de la calle sino los de su propio partido. Estos que han tenido la posibilidad de hacerlo y no han podido o querido, se aprovechan de aquellos que quieren notoriedad  escudándose en una asamblea que solo posee su propia libertad para actuar en las cosas que no les gusta o que les parecen injustas para una sociedad cebada con los recortes, desigualdad tributaria, la falta o pérdida de puestos de trabajo, la inexistencia de lucha obrera, en definitiva, que intentan recuperar la dignidad del ser humano.